martes, 23 de septiembre de 2014

Tic tac.

Qué difícil se me hace volver a escribirte.
Todavía sigo pensando qué te podría decir.
Llevo horas parada enfrente del papel.
Con el "tic tac" del reloj retumbando en mi cabeza.
Y es que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos que a veces pienso que nada fue real.
Que no te conocí.
Que nunca te besé.
Parece que voy a perder el recuerdo de dormir abrazada a tu pecho. Y el color de tus ojos en la claridad.
Y me pregunto qué es lo que le has hecho a este pobre corazón para que siga llamándote a gritos cada noche.
Para que siga llorando su soledad.
Quién iba a decir que podrías llenarlo tanto.
Hacía mucho tiempo que no sentía esto. Y también hacía mucho que quería volver a sentirlo.
Y ahora me susurra cada noche, cuando apenas puedo escuchar (y cuando él piensa que no lo escucho) que no vuelva a amar. Que no le castigue y vuelva a reducirle a esas ruinas que dejaron al destruirle tus besos.


Pero tranquilo. Tú no te preocupes.
Lo último que querría es ver que te duele verlo así.
Esto ya casi no duele.
Sólo le duele cuando late. 

2 comentarios: