Quien iba a decir que la vida era más bonita contigo a la izquierda de mi pecho, al fondo y todo recto.
Un compás de latidos que gritan tu nombre, y que nadie puede escuchar.
Esperando que tú te apoyes en él y puedas entenderlos, que sepas hacerlo.
Sosteniéndose en tus manos sabiendo que lo puedes romper.
Convirtiéndose en hielo puro que se romperá en millones de pedazos si tú no estás con él.
Yo, entregándote algo que sé que no recuperaré jamás; el tiempo.
Luchando contra un millón de mareas que nos intentan ahogar, separar, olvidar...
Con la seguridad de que por más que el reloj siga girando, y las agujas sigan sonando, estarás para agarrarme más fuerte que nunca.
Que la respiración vuelve, así que abrázame con fuerza, que jamás respiraré tan lento como cuando pienso que te pierdo.
Un compás de latidos que gritan tu nombre, y que nadie puede escuchar.
Esperando que tú te apoyes en él y puedas entenderlos, que sepas hacerlo.
Sosteniéndose en tus manos sabiendo que lo puedes romper.
Convirtiéndose en hielo puro que se romperá en millones de pedazos si tú no estás con él.
Yo, entregándote algo que sé que no recuperaré jamás; el tiempo.
Luchando contra un millón de mareas que nos intentan ahogar, separar, olvidar...
Con la seguridad de que por más que el reloj siga girando, y las agujas sigan sonando, estarás para agarrarme más fuerte que nunca.
Que la respiración vuelve, así que abrázame con fuerza, que jamás respiraré tan lento como cuando pienso que te pierdo.