lunes, 17 de noviembre de 2014

Quizás...

Quizás el amor esté infravalorado.
Y tengamos las expectativas lo suficientemente altas como para depender de alguien.
Y no es que no me valore o no me quiera lo suficiente. Pero me quiero más cuando te tengo reflejado en mis ojos. Porque eres el reflejo que mis ojos siempre quisieron tener.
En realidad podría alejarme de ti y no cambiaría nada.
Los lunes serían igual de amargos, empezaría los fines de semana igual de alegre y los terminaría igual de deprimida. Pero en este preciso instante me gustas tú y todo lo que compone tu ser.
(Y sobretodo formar parte de ello).
Así que sí, podría apartarme de ti y no cambiaría absolutamente nada.  Pero no me gustaría irme a dormir esta noche sin decirte lo inmensamente feliz que me haces.
Aunque suene cursi. 

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